"Escucha,
Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu
Dios con todo tu *corazón y con toda tu *alma y con todas tus fuerzas. Grábate
en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus
hijos. Háblales de ellas cuando estés en
tu casa y cuando vayas por el camino,
cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un
signo; llévalas en tu frente como una
marca; escríbelas en los postes de tu casa y en los *portones de tus ciudades.” (Deuteronomio 6:4-9)
1.
LA SEÑAL DE LA SANGRE
Así como el pueblo
de Israel fue protegido de la muerte de los primogénitos, el Señor hará con
nosotros, protección recibiremos por medio de la señal de la sangre de Cristo
en los postes de nuestra casa (Corazón)
2.
EL TEMOR A DIOS
"Teme
al Señor tu Dios, sírvele solamente a
él, y jura sólo en su *nombre.” (Deuteronomio 6:13)
Afirmar el
mandamiento de amar al Señor, implica también el tener temor de Él, esto es
respeto, honra, exaltación, adoración y del servicio a través de nuestra propia
vida, entonces debemos enseñar eso mismo a nuestros hijos y mantener la línea
de bendición con el Señor, es entonces cuando juramos en su nombre y obtenemos
el respaldo a esa declaración porque su nombre que es autoridad, le cubre y
afirma.
3.
DE NUESTRAS FUERZAS A LAS DE DIOS
Cuantas veces sentimos que no damos más y el
camino está más denso y oscuro, porque caminamos y cada vez es mas oscuro, no
vemos la salida, la luz en el camino.
Esto ocurre porque quizás sin darnos cuenta vemos más grandes los
problemas, las pruebas y dificultades, más que nuestro Dios, es cuando
empezamos a usar solo nuestras fuerzas y no descargamos nuestras dificultades
al Señor, es entonces que nos encontramos caminando solos, confiando en lo que
podemos hacer.
Personalmente Dios hoy me ha hecho entender eso,
que sin darme cuenta empecé a navegar en medio de la tormenta sin verdaderamente
apoyarme en Él, ahora tomo su mano, sus
fuerzas y mis cargas las pongo sobre ti Señor, mi redentor, mi salvador, mi
restaurador, mi consolador, mi ayudador,
mi protector, mi sustentador, tú Jehová mi Padre, hermano y amigo, que la
Sangre de Cristo y el significado de tus nombres sean sobre mí, familia y quien
lee estas líneas de devocional.
a)
Echando fuera el miedo
“El Señor te mantendrá libre de toda enfermedad y alejará de ti las
horribles enfermedades que conociste en Egipto;
en cambio, las reservará para tus
enemigos. Destruye a todos los pueblos que el Señor tu Dios entregue en tus
manos. No te apiades de ellos ni sirvas
a sus dioses, para que no te sean una
trampa mortal. "Tal vez te preguntes:
¿Cómo podré expulsar a estas naciones,
si son más numerosas que yo? Pero no les temas; recuerda bien lo que el Señor tu Dios hizo
contra el faraón y contra todo Egipto. Con tus propios ojos viste las grandes
pruebas, señales y prodigios milagrosos
que con gran despliegue de fuerza y de poder realizó el Señor tu Dios para
sacarte de Egipto, y lo mismo hará
contra todos los pueblos a quienes ahora temes.” (Deuteronomio
7:15-19)
Cuando estamos en
medio de la aflicción, el miedo empieza a sembrar su semilla y nos intimida al
punto que nos hace olvidar el propósito que Dios estableció sobre nosotros, es
entonces cuando sentimientos de derrota comienzan a hacernos daño y a distorsionar
la identidad que Dios nos dio. Pero Dios
nos dice: ¿acaso has olvidado de donde te saque?, las maravillas que
he hecho contigo?, ¿lo que he puesto
sobre ti?, manto de protección y
autoridad te he dado para que le hables
a la peña y brote agua, para que le ordeñes a la montaña de dificultades que se
quite de en medio de ti, que derribes el gigante que te intimida… Es en mi
nombre que tienes el Poder y la Autoridad, yo te cubro y te respaldo. ¿acaso se
ha cortado mi mano para bendecir?, ¿acaso se ha cortado mi brazo para derribar
todo problema? Jehová tu Dios habla.
“No te asustes ante ellos, pues
el Señor tu Dios, el Dios grande y
temible, está contigo. El Señor tu Dios
expulsará a las naciones que te salgan al paso,
pero lo hará poco a poco. No las
eliminarás a todas de una sola vez, para
que los animales salvajes no se multipliquen ni invadan tu territorio. El Señor
tu Dios entregará a esas naciones en tus manos,
y las llenará de gran confusión hasta destruirlas. Pondrá a sus reyes
bajo tu poder, y de sus *nombres tú
borrarás hasta el recuerdo. Ninguna de
esas naciones podrá resistir tu presencia,
porque tú las destruirás.” (Deuteronomio 7:21-24)
El enemigo no podrá
hacerte frente porque el grande, el poderoso, el temible, el omnipotente está
contigo y conmigo, en los que en Él confiamos.
b)
La promesa sobre nuestra vida
“Porque el Señor tu Dios te conduce a una tierra buena: tierra de arroyos y de fuentes de agua, con manantiales que fluyen en los valles y en
las colinas; tierra de trigo y de cebada;
de viñas, higueras y
granados; de miel y de olivares; tierra
donde no escaseará el pan y donde nada te faltará; tierra donde las rocas son de hierro y de
cuyas colinas sacarás cobre. "Cuando hayas comido y estés satisfecho, alabarás al Señor tu Dios por la tierra buena
que te habrá dado. “(Deuteronomio 8:7-10)
Anhelamos la bendición, pues la
bendición no es lo que Dios nos solo lo que nos da, esos son regalos y
presentes que Él nos hace, la verdadera bendición es Nuestro Señor Dios
CONCLUSION:
Pruebas, dificultades nos distraen de tener una verdadera comunión con el Señor
y de confiar en él. Hoy es tiempo de
poner nuestra mirada en el Señor y descargar todo nuestro peso sobre él,
recordar de donde nos ha sacado y lo que Dios nos ha dado, cuando hemos visto
su poder obrar en nuestro favor.
A ti te digo en el nombre de
nuestro Señor Jesucristo, ¡Levante del
lugar donde estas!, levanta tus manos, toma tu vara y tu cayado y avanza porque
largo camino te resta, de la mano del poderoso. Destroza los muros, derriba el
gigante que el Dios de los ejércitos está contigo. Amén.
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad,
yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33)
Luis Fernando Flórez
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